jueves, 24 de abril de 2014

Evitar los ataques recurrentes de ciática

La ciática provoca un dolor persistente, generalmente extendido a una sola extremidad desde la parte baja de la espalda. Este dolor puede aparecer de pronto o ir aumentando progresivamente. Se agrava con el movimiento, sobre todo de inclinación, al realizar algún tipo de esfuerzo, o incluso al toser.
ciatica
La función de los discos intervertebrales
La médula espinal está compuesta por vértebras unidas por ligamentos entre los cuales se sitúan los discos intervertebrales, que son flexibles.
Los discos actúan como amortiguadores cuando la columna está en movimiento. Estos están compuestos por un núcleo blando. Cuando la parte externa de los discos se rompe el núcleo provoca una hernia discal o de disco comprimiendo la raíz del nervio que comunica la columna con la pierna y provocando un dolor agudo que puede llegar a ser incapacitante.

Es importante que el disco llegue a curarse por completo para evitar ataques recurrentes de ciática. El tratamiento incluye reposo o en casos extremos cirugía.

Las causas de la ciática.
  • Alteraciones de la zona lumbar o la columna vertebral
  • Herida discal
  • Debilitamiento de los discos intervertebrales de la comuna por envejecimiento o desgaste prematuro.
  • Traumatismo
  • Tumor o cualquier tipo de absceso que ejerce presión.
  • Espondilosis. Se caracteriza por la rigidez de la columna y una considerable pérdida de flexibilidad.

Las técnicas de diagnóstico 
  • Mielografía, una radiografía que se realiza utilizando un contraste radio-opaco inyectado en el paciente mediante punción lumbar. De este modo pueden observarse los espacios que rodean las terminaciones nerviosas.
  • Tomografía axial computarizada (TAC)
  • En ocasiones el escáner o resonancia magnética nucleares permiten evitar la punción lumbar.

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