En más de dos casos habremos oído alguna de sus causas y los fuertes
dolores que puede llegar a provocar esa dolencia, pero, ¿qué es
exactamente la colitis?
La colitis es una enfermedad que se
caracteriza por la inflamación del intestino grueso, también conocido
como colon, y del recto.
Sus
síntomas suelen ser bastante claros y comprenden diarreas, dolor y
ruido abdominal, deshidratación, fiebres o escalofríos, aumento de gases
intestinales, sangrados en las heces, náuseas o vómitos.
En este
tipo de enfermedad hallamos varias causas. Las más normales suelen
encontrarse en las infecciones agudas y crónicas, junto con algunos
trastornos alimentarios. También puede deberse a una intoxicación
alimentaria, tensiones emocionales o a la falta de flujo sanguíneo.
Si
no estás seguro de que lo que estás padeciendo sea una colitis, lo
primero que debes hacer es acudir a tu médico de confianza, que te
realizará una entrevista y si ve la necesidad, te examinará físicamente
para valorar las posibles causas. Además, se suelen pedir varios
exámenes de heces y/o sangre, así como también radiografías del
intestino.
El primer consejo que te damos en caso de sufrir este
trastorno es el de tranquilizarte, evitando en la medida de lo posible
accesos de ira o enfados inútiles.
El tratamiento aplicado al
paciente variará según sea la causa de la colitis, recetándose a su vez
medicamentos antiparásitos, o bien antibiótico en el caso de que estos
últimos no funcionen.
De forma natural, es posible calmar los
efectos de la colitis con algunos remedios caseros como son la ingesta
de jugo de guayaba con un poco de miel, o bien la aplicación de cuatro o
cinco apósitos de agua caliente con cebolla rallada sobre el abdomen,
si es que notamos dolor en esa parte concreta.
Pese a que con
estas sencillas soluciones se suelen aliviar los dolores, recuerda que
el mejor consejo procede siempre de personal especializado.
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