¿Qué se puede hacer contra la alergia a los ácaros? Eliminarlos, es algo evidente. Sin embargo, es imposible eliminar totalmente los ácaros, y por desgracia por pocos que sean son capaces de provocar una crisis alérgica. Existe una solución definitiva: la desensibilización.
El otoño y los ácaros
Con la llegada del otoño, los ácaros vuelven a nuestra casa. El calor y la humedad son dos elementos favorables para su multiplicación. Resultados: las manifestaciones alérgicas en las personas sensibilizadas a estos bichitos tan molestos.
Los síntomas de la rinitis alérgica, a pesar de ser benignos, no dejan de ser molestos, perturbando una vida normal, tanto de noche como de día. También son un inconveniente para la realización de otro tipo de actividades: nariz taponada, moqueo constante, estornudos repetidos, ojos llorosos, dificultad respiratoria…
La rinitis alérgica favorece las sinusitis y las otitis en los niños. Finalmente, la rinitis alérgica puede llegar a convertirse en asma.
Evitar la alergia a los ácaros
A priori, la solución es evidente: eliminar los ácaros. Las principales medidas de desinfección consisten en limpiar las moquetas, las alfombras, las tapicerías de los sillones, usando bolsas antiácaros, y aireando lo más posible las habitaciones.
Pero en la práctica, es casi imposible suprimirlos radicalmente, con el inconveniente de que con la presencia de sólo unos pocos, puede provocarse una crisis alérgica.
Existen medicamentos que se pueden tomar en caso de crisis, que calman y detienen la crisis. También existen tratamientos de fondo para prevenir y dilatar lo más posible las reacciones alérgicas. Pero ningún medicamento es capaz de tratar la causa, excepto la desensibilización. Hoy en día es la única solución radical contra la alergia a los ácaros.
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